LOS ANIMALES DE INFANTIL, CON PERDÓN, NOS INVADEN.
Ya sabía yo que esto iba a pasar. Nos hemos confinado tantos días en casa que le hemos dejado todo el terreno a los animales y, claro, nuestro colegio, que está en el cerro, en plena naturaleza, ha sido invadido por multitud de especies diferentes. Y más aún por culpa de nuestras seños y nuestros niños que al parecer los adoran. En plena invasión animal no se les ocurre otra cosa que hacerles cuentos, dibujitos, manualidades, cantarles canciones y recitarles poesías. Así es que no hay manera. Señor, señor, cada vez nos parecemos más al arca de Noé.